30 de octubre de 2014

Algunos consejos contra el Sistema



  Por Escrito 26 octubre, 2014


Agustín García Calvo escribió un libro, a trozos, en artículos de periódico, sobre la sociedad del bienestar, esa entelequia de fin de siglo que políticos, tecnócratas y adláteres a sueldo se han encargado de publicitar para justificar una política que llaman liberal sin serlo. La temática de este artículo no es, sin embargo, política. Su intención es crítica: pretende describir la forma, el estilo, el alma del libro, casi un opúsculo, del que fuera catedrático de Clásicas en la Hispalense. Uno se quedó sin conocer su magisterio por edad y porque en su etapa académica no existía ya la Facultad de Letras, rebautizada con el nombre de Filología. No importa demasiado: la forma nos conducirá al contenido.

La reflexión de García Calvo sobre el Sistema –escrito así, en mayúsculas, con la rotundidad de los conceptos aplastantes– no puede desvincularse de sus implicaciones sociales. Se trata de un texto extremadamente simple, casi artesanal. Sin el lastre de las ediciones lujosas. Funcional y sencillo. Una absoluta declaración inicial de principios: García Calvo pretende hablar claro. Escribe a la maneja sajona: combinando su capacidad analítica y con un enfoque doméstico. Sin alardes. Hubo un tiempo en el que algunos creían que cualquier juicio que partiera del viejo profesor, por lúcido que fuera, quedaba automáticamente invalidado por sus célebres cuitas con la Hacienda Pública. Todo lo contrario: una teoría no se sostiene porque el hombre que la defienda sea coherente en su vida, sino por estar sólidamente argumentada. Nada tienen que ver con la validez de un análisis los pecados del analista. Son sus razones las que nos convencen o no. Conviene pues diferenciar la personalidad de los hombres de sus ideas y los apellidos de las razones. García Calvo podía no ser ejemplar en su vida y sus tesis seguirían de pie.

“Voy a centrar mis ataques en el dinero, que se ha declarado, al fin, como la verdadera forma de poder”, declara. El libro reúne 25 andanadas contra el Sistema vigente, cuya transformación olvidaron los apóstoles del izquierdismo nada más tocar bola. La primera conclusión del ensayo es luminosa: tomamos conciencia de nuestro bienestar cada vez que la televisión nos muestra las hambrunas del mundo exterior, que ahora llegan al nuestro. Fuera de nuestro colchón todo parece caos. Esta es, según García Calvo, la primera mentira. Tras ella llegan las demás: medias verdades que, publicitadas y convertidas en auténticas mediante la reiteración, sustentan la creencia de que no existen alternativas.“Todo el management del Bienestar consiste en último término en la técnica del Sustituto (…) Lo que importa para el régimen de Bienestar es que la mayoría, y la mayoría de las veces, viva de sustitutos, tome los pisos por casas, llame a los plásticos telas, aspire a no pagarse un chófer ni un vagón de tren, sino a hacer él mismo ambas funciones”... Seguir leyendo la reseña

[Variaciones sobre un texto publicado en El Correo de Andalucía]
 [3 de mayo de 1994]

24 de octubre de 2014

Hemeroteca: Semana Cultural, en el Teatro Martín de Madrid. Del 8 al 15 de Diciembre, 1979 (V Congreso CNT-AIT)

 Noticias de archivo en El País:
En paralelo a su Quinto Congreso, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), organizó una Semana Cultural, en el Teatro Martín de Madrid. Durante ella se celebraron recitales de música, representaciones teatrales, conferencias y debates. Por lo que se refiere a las conferencias programadas, se desarrollaron bajo el signo de la exaltación de figuras clásicas del anarquismo, la ortodoxia y la confusión, poniendo en evidencia la situación teórica del Movimiento Libertario Español.

DESPUÉS DEL ESTADO, ¿QUÉ?

García Calvo empezó su extraordinaria interpretación rechazando el micrófono, y diciendo que no iba a hablar otra vez del Estado porque la concurrencia ya estaba convencida de su maldad. Prefería hablar sobre lo que vendría después del Estado.
Comenzó preguntándose si el anarquismo estaba vivo o muerto... Seguir leyendo



Entrevista con Agustín García Calvo: lo único apreciable de la universidad son los locales


Al término de su charla-debate en la Semana Cultural de la CNT, Agustín García Calvo habló durante unos momentos con nosotros y con los compañeros de CONTRARRADIO. Empezó pidiéndonos que no le preguntásemos por los temas que había tratado en su charla y los que habían surgido en el transcurso del debate.

Aún cuando AGUSTÍN GARCÍA CALVO es catedrático de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense, su opinión sobre la universidad es radical: Yo pienso que la Universidad esta hecha para aburrir a la gente, para llenarla de programas, para hacerle empollar historia de todo, para dificultarle la curiosidad y el auténtico aprendizaje de las tácticas. Lo único apreciable de la universidad son los locales, en el sentido de que es el sitio donde se pueden encontrar entre sí gente, estudiantes, que pueden entre sí hablar, que pueden entre ellos descubrir cosas distintas. Por eso es por lo que nunca animo a la gente para que deserte de los locales universitarios. Detoda la institución, lo cierto es que los locales serían lo único que no habría ningún motivo muy grave para no-respetar, en cuanto al lugar de reunión privilegiado. Ya sé que los locales de las últimas universidades se han hecho de tal manera que desanimen todo esto; ya conocemos el proceso de dispersión de la universidad por los suburbios y por los campos, evitan que los estudiantes se junten, que lleven una vida, más o menos, de ciudad universitaria como en otros tiempos, pero aún con todo y con eso, así como hay todas las razones para hablar en contra de la institución pedagógica y de la universidad en particular, tal vez a la gente hay que decirle que después de todo no es fácil encontrar sitio donde tanta gente, entre la cual pueden encontrarse algunos interesantes, pueden reunirse como es en los locales de la universidad.

A la par que expresa su desconfianza sobre la organización como medio para la acción piensa que el razonar, el hablar es una forma de acción como otra cualquiera... Seguir leyendo la entrevista


21 de octubre de 2014

Concierto homenaje a George Brassens en Valencia



Ilustración: Manuel Garrido
 
El día 24 de octubre, en la Sala Russafa de Valencia, un puñado de músicos valencianos y de otras contornadas celebran su homenaje a Georges Brassens, trovador galo que fascinó y sigue fascinando por sus composiciones sencillas, tiernas, divertidas e irónicas. Participan Joaquín Carbonell, Miquel Pujadó, Eva Dénia, con Carles Carrasco, Jose Luis Porras y Merxe Martínez, Antonio Selfa con Anna García y “Els Pretendents de Marineta”. Juntos y revueltos, con una selección de las mejores composiciones de Brassens en un espectáculo presentado por Margot Mouth. No hay que perdérselo.


Entrada: 12€


15 de octubre de 2014

12 de octubre de 2014

Carabelas de Colón (A contratiempo)

http://es.wikipedia.org/wiki/A_contratiempo

 (Sobre la idea y los dos primeros versos de Rafael Sánchez Ferlosio)

Carabelas de Colón,
todavía estáis a tiempo:
antes que el día os coja,
virad en redondo presto,
                             presto;
tirad de escotas y velas,
pegadle al timón un vuelco,
y de cara a la mañana
desandad el derrotero,
                      atrás, a contratiempo.
Mirad que ya os lo aviso,
mirad que os lo prevengo,
que vais a dar con un mundo
que se llama el Mundo Nuevo,
                             nuevo,
que va a hacer redondo el mundo,
como mandó Tolomeo
para que girando siga
desde lo mismo a lo mesmo.
                       Atrás, a contratiempo!
Por delante de la costa
cuelga un muro de silencio:
si lo rompéis, chocaréis
con terremotos de hierro,
                              hierro,
agua irisada de grasas
y rompeolas de huesos;
de fruta de cabecitas
veréis los árboles llenos,
                       Atrás, a contratiempo!
¡A orza, a orza, palomas!
Huid a vela y a remo:
el mundo que vais a hacer,
más os valiera no verlo,
                               verlo:
hay montes de cartón-piedra
ríos calientes de sebo,
arañas de veinte codos,
sierpes que vomitan fuego.
                       Atrás, a contratiempo!
Llueve azufre y llueve tinta
sobre selvas de cemento;
chillan colgados en jaulas
crías de monos sin pelo, 
                             pelo;
los indios pata-de-goma,
vistiendo chapa de acero,
por caminos de betún
ruedan rápidos y serios.
                        Atrás, a contratiempo!
Por las calles trepidantes
ruge el león del desierto;
por bóvedas de luz blanca
revuelan pájaros ciegos,
                              ciegos;
hay un plátano gigante
en medio del cementerio,
que echa por hojas papeles
marcados de cifra y sello.
                        Atrás, a contratiempo!
Sobre pirámides rotas
alzan altares de hielo,
y adoran un dios de plomo
de dientes de oro negros,
                              negros;
con sacrificios humanos
aplacan al Dios del Miedo:
corazoncitos azules
sacan vivos de los pechos.
                        Atrás a contratiempo!
Trazan a tiros los barrios,
a escuadra parten los pueblos;
se juntan para estar solos,
se mueven para estar quietos,
                               quietos;
al avanzar a la muerte
allí lo llaman progreso;
por túneles y cañones
sopla enloquecido el Tiempo.
                         Atrás, a contratiempo!
Por eso, carabelitas
oíd, si podéis, consejo:
no hagáis historia; que sólo
lo que está escrito está hecho
                              hecho.
Con rumbo al sol que os nace,
id el mapa recogiendo;
por el Mar de los Sargazos
tornad a Palos, el puerto,
                         atrás, a contratiempo.
Monjitas arrepentidas,
entrad en el astillero;
os desguacen armadores,
os coman salitre y muergos, 
                             muergos,
dormid de velas caídas
al son de los salineros;
y un día, de peregrinas,
id a la sierra subiendo,
                       atrás, a contratiempo.
Volved en Sierra de Gata
a crecer pinos y abetos,
criar hojas y resina
y hacerles burla a los vientos,
                              vientos.
Allí el aire huele a vida;
se siente rodar el cielo;
y en las noches de verano
se oyen suspiros y besos.

(Más canciones y soliloquios.  AGC. Ed. Lucina, 1988. pág. 146)