27 de agosto de 2015

Macbeth - Edición Bilingüe (PENGUIN CLÁSICOS)


Los mejores libros jamás escritos
La tragedia de Macbeth, un violento y sanguinario mapa de la ambición humana, empieza en el preciso instante en que las hermanas fatídicas le revelan el esplendoroso futuro que le aguarda. Sus palabras parecen un canto de sirena surgido de las profundidades del infierno, una seducción que cualquier hombre sensato desoiría. Pero cuando se cumple la primera predicción y el rey Duncan le nombra barón de Cáudor para recompensar su inteligencia y destreza en el campo de batalla, las dudas, la codicia y la obsesión se apoderan de Macbeth y de su ávida esposa.
Frente al magnífico texto original presentamos la versión rítmica de Agustín García Calvo, uno de los humanistas más destacados del panorama español. Asimismo, viene acompañada de una introducción de Carol Chillington Rutter, catedrática de literatura inglesa de la Universidad de Warwick.
«¡Salud a ti, Macbeth! ¡Salud, barón de Glamis!
¡Salud a ti, Macbeth! ¡Salud, barón de Cáudor!
¡Salud a ti, Macbeth! Serás un día rey.»


Macbeth. Versión rítmica de Agustín García Calvo

23 de agosto de 2015

Cincuenta años de la expulsión de la Universidad de López Aranguren, García Calvo y Tierno Galván

La dictadura franquista acusó a los profesores de incitar a la subversión | José María Valverde y Antonio Tovar renunciaron a sus cátedras voluntariamente como protesta contra esta medida.

La Vanguardia - Cultura 20/08/2015

Barcelona (Redacción). – La dictadura franquista veía a algunos profesores universitarios como auténticos enemigos. En agosto de 1965 decidió, publicándolo en el Boletín Oficial del Estado, separar “definitivamente” a los profesores López Aranguren, García Calvo y Tierno Galván de la Universidad. Les acusaban de incitar a la subversión.

La medida tuve mucha repercusión en la época, e incluso José María Valverde y Antonio Tovar renunciaron a sus cátedras voluntariamente como protesta.
Las órdenes citadas declaraban a los profesores culpables de una “falta grave de disciplina académica”. Las órdenes del Ministerio por las que se resolvía el expediente incluía, también, a los catedráticos Montero Díaz y Aguilar Navarro, cuya sanción de separación de la Universidad era temporal, por un total de dos años.

En realidad, a todos se les acusaba de apoyar las protestas estudiantiles que aquél año protagonizaron muchas universidades españolas, en especial la de Madrid... Seguir leyendo en La Vanguardia

21 de agosto de 2015